Terry Richardson, el fotógrafo de las ‘tops’, vetado tras ser acusado de abusos sexuales
Es uno de los fotógrafos más reconocidos y mejor pagados de la industria de la moda. Su carrera comenzó a tomar especial relevancia en los años noventa, marcada por imágenes con un importante carácter sexual. No había modelo, actriz o ‘celeb’ que se resistiese al objetivo de Terry Richardson. Criticado en numerosas ocasiones, el artista parecía de gozar de una protección que, tras el revuelo que ha causado el caso Weinstein, ha vuelto a poner en primera plana al estadounidense.
Además de haber ejercido prácticamente como fotógrafo de cabecera de algunas de las revistas más importantes de la industria, firmas como Yves Saint Laurent, Marc Jacobs, Tom Ford o Valentino, que parecía sentir una especial predilección por Richardson a la hora de elegir un retratista para sus campañas, han contado ¿y protegido? al artista durante años.
A principios de semana, el periódico The Telegraph aseguraba que los países en los que trabaja el grupo Condé Nast (responsable de la edición de revistas como Vogue, Vanity Fair, Glamour o GQ), recibieron un email firmado por James Woolhouse, vicepresidente ejecutivo de la compañía, en el que les prohibía “con efecto inmediato” volver a trabajar con el fotógrafo.
A pesar de que en 2014 un grupo de modelos le denunció abiertamente, asegurando haber sido coaccionadas y recibido abusos de carácter sexual por parte del fotógrafo, la inmunidad de Terry Richardson parecía no tener límite. Los crudos y desagradables testimonios de entonces no tuvieron mucho efecto, pues el fotógrafo, a pesar de haber suavizado en cierto modo la línea de sus imágenes – que al principio recordaba a la estética porno de los años 70 y que más tarde se tornó en contenido sexual explícito, en el que incluso se podía ver al fotógrafo practicando actos sexuales con las modelos-, ha seguido trabajando durante todos estos años.
“Colaboré con mujeres adultas que conocían perfectamente la naturaleza del trabajo. Nunca usé una oferta de trabajo o amenazas para obligar a alguien a hacer algo que no quería. Siempre respeto a quienes trabajan conmigo, reconociendo su libertad de elección y aceptando sus decisiones”, decía entonces el fotógrafo en una carta enviada al Huffington Post.
Gracias a campañas como #MeToo o #MyJobShouldNotIncludeAbuse, que han cobrado especialmente fuerza con motivo del escándalo del productor de cine más famoso de Hollywood, casos como el del ‘Weinstein de la Moda’ se han puesto sobre la mesa, quizás, para terminar de una vez por fin, con el “el acoso y el maltrato que siempre han sido ampliamente conocidos y tolerados” en la industria del cine y de la moda, como decía la modelo Christy Turlington recientemente criticando los problemas del sector. En este sentido, la campaña #NoMoreTerry, lanzada en el año 2014, también ha cobrado una importante fuerza.